La sonrisa es tu mejor rasgo.

"Sonríe cuando estés triste, porque más vale una triste sonrisa que la tristeza de no volver a sonreir"

lunes, 4 de abril de 2016

Papás, no quiero ir a la Universidad

Sí, os lo digo a vosotros, los que teníais una hija estudiosa con ilusión que sacaba  buenas notas. 
No quiero ir a la universidad, no quiero hacer una carrera.
No soy vuestro seguro de futuro, soy yo la que tiene que decidir hacia dónde dirigir mi camino, mi vida, que quiero estar haciendo dentro de veinte, treinta o cuarenta años. La cantinela de "haz lo que te guste", "trabaja en algo que te guste y no tendrás que trabajar un solo día" era muy bonita mientras mis proyectos coincidian con lo que vosotros esperabais de mi.
Os encantaba decir que la formación profesional era una salida muy digna, que no todo el mundo servía para hacer una carrera y que aunque en España las FP no estuvieran demasiado bien vistas son una buena opción. Entonces, ¿Qué ha cambiado? ¿Por qué no puedo elegir que mi vida se dirija hacia un grado superior? Usted perdone, que las FP son perfectamente válidas mientras no sea yo quien las elija, para el hijo del vecino os parece perfecto, pero que vergüenza que vuestra hija las curse.
Siento deciros que no quiero pasarme los próximos 10 años de mi vida estudiando, y digo diez no porque tuviera la aspiración de estudiar medicina, nada más lejos de la realidad, porque entre la carrera, el máster y las oposiciones se me iría media vida. 
No quiero eso para mi. Y, lo he intentado. He visita las universidades varias veces, he ido a más facultades en un día que mucha gente en los dos años de bachiller. Pero, ¿qué queréis que os diga? No me convence, pero no me convence nada, no me gusta, no me adapto y no me veo trabajando de eso. Ya lo intenté, con ilusión, esta no me gusta, pues vamos a probar en esta otra. Pero nada, la vida universitaria no está hecha para mi, no cumple mis requisitos, no es lo que yo busco.
Ahora me volveréis a decir "¡No nos avisaste!" A lo que yo responderé "Claro que lo hice" para que me repliquéis con "Como lo repetiste tanto, no te tomamos en serio". Perdonadme, pero a la próxima vez que diga algo completamente en serio me pondré un cartel luminoso que diga "HACEDME CASO QUE VA EN SERIO" así, nos evitamos mal entendidos y todos contentos.