Se me iluminan los ojos sólo con un mensaje, con una sonrisa, con saber que está. Vivo para él, para verle sonreír, para que me mire y me acaricie; le quiero, mucho, demasiado. Siempre supimos que no podíamos ser amigos por eso nos distanciamos, volvíamos, jugábamos a la amistad y perdíamos.
Perdíamos, las ganas, la sonrisa, el tiempo. Eso no era para nosotros, nosotros éramos más de luchar, pelear y discutir, quererse mal y pelearse mejor. Saber que juntos no podíamos, pero separados era peor.
Ahora es diferente, hemos perdido la ilusión de luchar contra el mundo, hemos ganado en pelearnos entre nosotros, ¿que habrá pasado? ¿Cuándo perdímos las ganas? Nunca es tarde si la dicha es buena, esperamos años para ser maduros y luchar juntos y ahora que ya lo tenemos todo nada es como debería de ser.
Pero el amor siempre triunfa, no lo olvides.
