La sonrisa es tu mejor rasgo.

"Sonríe cuando estés triste, porque más vale una triste sonrisa que la tristeza de no volver a sonreir"

viernes, 1 de noviembre de 2013

Más lejos que nunca.

¿Sabéis esa sensación de saber que te distancias de tu mejor amiga?
Pues para mi no es una sensación, es una certeza. Se que poco a poco nos hemos ido distanciando.
Las circunstancias removieron nuestras vidas, y ahora estamos en bandos contrarios. Puedes intentar suavizar la situación, pero no la puedes eliminar. Se ha creado una gran barrera entre nosotras, un muro infranqueable que no podemos derrumbar.
Como los grandes sucesos, esto empezó por una tontería, alguien más celoso de lo que debería, alguien que se fue de la lengua, alguien a quien le divertía las situación. Todos tomamos parte en esta batalla, lo que era un grupo se separó en dos. Se enfadaron con la gente y poco a poco, los tiraron del grupo. 
El rencor nunca es la salida, pero intentar volver a ir todos juntos es como escayolar sin haber puesto el hueso al sitio, hasta que no se arregle el fondo no sirve de nada.
¿Quizás deberíamos de haber ido solucionando los pequeños problemas que salían? Probablemente. Ahora no estaríamos así, pero solucionar un problema significa reconocer que existe, y eso es algo que ninguna queríamos hacer.
Ahora todo se ha roto ¿a terminado? Quien sabe. 
El futuro no está escrito.



Caminando por el bosque 
en el suelo vi que había
una carta ensangrentada 
de cuarenta años hacía 

Era de un pobre soldado
de la octava compañía
que a su madre le escribía
y la carta así decía.

Madre anoche en las trincheras
entre el fuego y la metralla
vi al correr al enemigo
la noche estaba cerrada.

Apunté con mi fusil
al tiempo que disparaba
y una luz iluminó
el rostro que yo mataba.

Clavó su mirada en mí
con los ojos ya vacíos
madre sabe a quién maté
no era soldado enemigo.

Era mi amigo José
compañero de la escuela
con quien tanto yo jugué
a soldados y trincheras.

Hoy el juego era verdad
y a mi amigo ya lo entierran
madre yo quiero morir
ya estoy harto de esta guerra.

Si le vuelvo a escribir
tal vez sea desde el cielo
donde encontraré a José
y jugaremos de nuevo.

Dos claveles en el mar
no se pueden marchitar
dos amigos que se quieren
no se pueden olvidar.

Si mi cuerpo fuera pluma
y mi corazón tintero
con la sangre de mis venas
yo te escribiría “te quiero”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario