La sonrisa es tu mejor rasgo.

"Sonríe cuando estés triste, porque más vale una triste sonrisa que la tristeza de no volver a sonreir"

viernes, 8 de noviembre de 2013

Vivimos esperando a que pase el tiempo.


Vivimos esperando a que pase el tiempo sin darnos cuenta de que no podremos detenerlo. Siempre esperamos que llegue un momento mejor, que las situaciones se repitan y se vuelva a sonreír por una travesura. 
¿Pero qué pasa cuando te das cuenta de que ya ha pasado una época de tu vida? Cuando ya no es tan fácil sonreír, los años pasan, y pesan. Esperamos que llegue el momento en que seamos libres, en que podamos hacer lo que nos venga en gana sin darnos cuenta de que siempre vamos a tener obligaciones. La libertad es algo que se tiene que tomar en pequeñas cantidades, demasiada es un peligro.
¿Recuerdas que querías ser de mayor? 
Todos hemos tenido un sueño; profesora, cantante, actriz, médico... Pero a nadie se le ocurrió pedir ser feliz. 
¿Recuerdas a quien admirabas?
Admirabas desde tu alma y pensamiento de niño. 
Yo siempre he imitado a mi abuelo, me quería parecer a él.

 El hombre siempre sonriente, el que siempre hacia bromas, el que me permitía mil y un caprichos. Recuerdo cuando me llevaba al parque, y cuando me compraba chuches. Siempre ha sido un despistado, pero ahí estaba mi abuela para recordarle lo que hiciera falta y para poner un poco de cordura y sentido común en casa. Al fin y al cabo soy su nieta, su primera nieta. Ahora sigue siendo ese hombre que me hace reír y espero que sea por muchos años más. Él me lleva de compras, con una sola norma 'Todo lo que pongas en el carro te lo compro pero luego lo tienes que utilizar'. ¿Qué os voy a contar? Todos hemos tenido abuelos, abuelos cariñosos, abuelos que nos querían. Los abuelos te quieren como a un hijo, pero como no te tienen que educar pueden permitirte muchas más cosas que unos padres. Son personas geniales. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario