La sonrisa es tu mejor rasgo.

"Sonríe cuando estés triste, porque más vale una triste sonrisa que la tristeza de no volver a sonreir"

viernes, 26 de junio de 2015

Victorias y derrotas

"Todas las mujeres poseemos un tendón de Aquiles con pene que vaga por el mundo; algunas supongo que tendrán la suerte de no encontrárselo jamás. Otras, como yo, nos topamos de morros con él y tenemos que aprender a gestionarlo. Y ese hombre es nuestra debilidad. Da igual que seamos feministas radicales porque por él, solo por él, seríamos capaces de arrastrarnos y de denigrarnos a nosotras mismas. Seríamos capaces de dárselo todo a cambio de prácticamente nada. Ese era Álvaro para mí. Pero es que además Alvaro era muchísimas cosas más."
~~Persiguiendo a Silvia.
Puede que hoy no sea un buen día para recordar, pero quien soy yo para decirle al corazón que lata más despacio. Nunca voy a estar a tu nivel, somos como el día y la noche. 
Recuerdo aquel día en que me atreví a mirarte a los ojos. Atreví por decir algo. Mi estado de embriaguez no me dejaba pensar. Solo necesitaba un abrazo, un abrazo que colapsara mis lagrimales, que no podemos ir por ahí regalando lágrimas a idiotas que solo se merecen nuestra sonrisa; nuestra sonrisa, pero nuestra, sin necesidad de nadie más, lejos, en brazos de alguna amiga o sola. Porque en la soledad también está la felicidad.
Recuerdo que te miré, que si todo lo vivido esa noche está borroso en mi memoria tus ojos son los que me salvaron de la caída. No dije nada, no hizo falta. Te desnudé con la mirada como nunca me había atrevido a hacerlo porque, prefiero mantener el mínimo contacto, tu no eres para mí y lo acepté prácticamente cuando te conocí. Cuando tu sonrisa ocupaba todos mis pensamientos y aún no sabía lo que era el amor. Que soy yo más que una típica adolescente, delirando por los huesos de alguien a quien nunca podré alcanzar.
Para ti son solo palabras vacías y no puedo evitar pensar que así está bien, que es lo mejor para mí; al fin y al cabo solo eres un amor platónico más que añadir a la lista. A la lista de errores, muestra de mi cobardía, pero quizá tampoco sea una lista de errores, sino una lista de aciertos para evitar que me destrozara una y otro vez. No tengo razones para explicar porqué, cuando al día siguiente me lo recordaste, solo pude quitarle hierro al asunto, hacer como que no pasaba nada, como si no me acordase y solo fueras un amigo más. 
Porque, al fin y al cabo, eso es lo que eres ¿verdad?. Un amigo, especial, pero un amigo al fin y al cabo, el único con dos dedos de frente pero con el que más a gusto me siento.
"Deja de pensar, no vale la pena recordar esos momentos. Pero piensa, que ya va siendo hora de echarle ovarios al asunto. Va siendo hora de dejar de ser una mera espectadora de tu vida." Y con este pensamiento, abandono este recuerdo. Apartado, junto al cajón de victorias y al de derrotas. Porque en el fondo, no se como clasificarlo.  

lunes, 4 de mayo de 2015

Va per tú


Diuen que els valencians som els més subnormals de tots. Reneguem de la nostra llengua en favor d'un castellà unificat. Pot ser no siga això, pot ser apreciem massa la nostra llengua i no volem que ens canvien la nostra manera de parlar, la nostra manera d'expressar els nostres sentiments. I, açò, es inevitable quan una llengua pasa a ser la més utilitzada i la oficial. Intenten unificar-la per a que sone igual a tots els llocs. Tal i com als andalusos no se'ls demana que parlen igual que els de Madrid, a mi no m'agrada que em corregixquen la meua manera de parlar, perquè és la que he aprés des de menuda i la que senc com a meua. Aquesta és la raó per la que no solc escriure en valencià, la meua llengua de cultura s'ha convertit en castellà, i el valencià l'he deixat a banda com a llengua familiar i en la que m'agrada relacionar-me amb la gent. Odie el valencià normalitzat que s'ensenya a les escoles perquè no s'assembla gens al meu valencià. Però aquesta és una ocasió especial, aquesta entrada va dedicada a un gran amic meu, i, si entre nosaltres parlem valencià, per a què li la vaig a dedicar en castellà? Així que li donaré un punt a favor a la meua llengua.
Doncs, ací estem, no se per on començar ni com acabarà açò. Preferisc escriure que parlar, perquè sempre vull dir massa coses en poc temps, se m'ajunten les paraules i se m'enreda la llengua i ni jo mateixa, li trobe trellat al que dic.
Primerament voldria recordar-te com es vam conèixer; potser tú no t'arrencordes pero jo m'arrencorde a la perfecció: al voltant del 15 de setembre, el primer dia de classe vas aparèixer a la meua escola, per ixos temps jo era una bala perduda, sempre clavant bulla, xillant, xarrant i cridant l'atenció. Recorde que vaig anar cap a tú a fer-te l'"interrogatori" que feiem a tots els nous, era soles una forma de conèixer a la gent, decidir qui serien amics teus i marcar territori pero ixos dies no hi havia res millor a fer. De primeres no em creia l'edat que tenies; jo era un "taponet" i tú em treies com dos caps. Més tard no se que va passar, però estava convidada a les festes del teu poble (que percert mai havia sentit parlar d'ell), sempre em coincidien en algo i no vaig poder anar però al cap d'uns anys ja hi faig fer. Precisament volia recordar estes últimes festes. Se que és un tema que no t'agrada traure i per això tinc la sensació de que et vaig fallar. Et vaig mostrar una xica que no sóc, una xica que no li importa res, una xica fàcil, una xica amb la que pots fer el que vullgues. Tú més que ningú saps que jo no sóc així, em vaig deixar dur, segurament masa. Se que en tu no he de disculpar-me, pero tinc la necessitat de fer-ho perquè senc que t'he fallat, així que una vegada més et demane que em perdones. La teus frase de 'perdone però no oblide' no em serveix, se que costa, però perdonar també és en part oblidar, es la part que més costa de perdonar però hi ha que aprendre a fer-ho.
A tú no et pega gens l'actitut de 'pasota' que has pres, o saps tant com jo. També comprenc que en poc temps han canviat moltes coses de la teua rutina diària i que costa assimilar-ho però la vida és això, canvis continus. Recorda que els que han estat de cor sempre estaràn, la forma de les relacions canvia però el fons és el mateix. Així que accepta els canvis i tracta de descobrir la part positiva de cada situació. És difícil, molt difícil, però es la manera més ràpida de ser feliç.
Crec que ja t'he donat prou la tabarra. Açò ja s'ha fet massa llarg. Així que arribem a la conclusió, sempre vaig a intentar fer el que puga per a que estigues millor. No m'agrada voret mal, i, per poc que estiga al meu abast, ho faré. Recorda que la vida és una sucessió de canvis, i encara que no veges la llum al final del túnel està. Si tens que deixar de fer cas del que diga i faja la gent fes-ho; pero viu en alegria i il•lusió perquè queixar-se és massa fàcil, la cosa complicada és somriure a les adversitats.
Crec que està ja tot dit. Fins a la pròxima. 

lunes, 9 de febrero de 2015

Recuerdos para compartir

Dicen que cada experiencia nos hace más grandes. Que la vida la componen todos esos pequeños momentos, buenos o malos pero que siempre recordaremos. Dicen que no te das cuenta de que lo tienes hasta que lo pierdes pero en mi caso ha sido lo contrario; tomé decisiones, nunca sabré si fueron las acertadas pero no me arrepiento de ellas. Ahora, por una hora pude sentir como sería mi vida si mis decisiones hubieran sido diferentes. Dicen que nunca sabremos como nos hiría en otras circunstancias, no podemos volver al pasado para cambiar nuestras elecciones porque vivir solo se vive una vez, pero yo he podido 'volver al pasado', volver a mi vida anterior, sentirme parte de lo que dejé atrás. Estoy contenta de lo que en su día decidí, realmente lo necesitaba; un cambio de aires, pero no puedo más que darme cuenta de todo lo que he dejado atrás. No me di cuenta de lo que tenía cuando lo perdí sinó cuando por una hora sentí que lo había recuperado. Para un estudiante el colegio es su segunda casa, el lugar donde conoce a la gente que realmente la marcará en su vida y donde se transforma en lo que será en el futuro. Todos hemos tenido broncas con la vida, con la suerte que hemos tenido, con lo que nos ha tocado vivir; pero no conozco a nadie que no recuerde con cariño sus años de escolar, sus profesores, sus compañeros, su colegio... Dicen que solo recordamos la parte bonita de la historia, que los malos recuerdos desaparecen, por eso siempre pensamos que cualquier tiempo pasado fue mejor. Pero yo lo tenía muy reciente. Recuerdo cada una de las broncas, cada momento en el que he dicho "yo ahí no vuelvo", cada desengaño y cada castigo pero volver ha sido diferente a todo eso. Volver a mi clase, a mis compañeros, a vivir la vida que tenía, a reír con las mismas bromas, a estar con la misma gente.
Dejé un poco de mi en cada esquina, en cada muro y en cada persona y si hoy soy quien soy fue gracias a ello, buenas y malas experiencias, buenas y malas personas. Pero todos necesarios para mi.
Hoy he vivido lo que seria mi vida. Hoy me he dado cuenta de que hice lo correcto. Hoy me he dado cuenta de que tomé la opción que necesitaba. Hoy me he dado cuenta de cuánto dejé atrás. Hoy me he dado cuenta de cuánta falta me hace toda esa gente. Los sigo necesitando en mi vida; a todos y cada uno de ellos.

domingo, 16 de noviembre de 2014

Una historia con final feliz

Domingo por la tarde, día de resaca, quizás ayer salió hasta demasiado tarde además, ya se notaba el frío, lluvia en la calle y lluvia en su interior, hacía tarde de peli, manta, palomitas y ¿por qué no? Buena compañía. Pensando en todo un poco recordó la bonita historia que siempre le contaba su abuelo en esos momentos, una historia bonita donde las haya y encima, con final feliz. Con todo esto en la cabeza empezó a escribir...
"Todo empezó un viernes cualquiera, el primer viernes de ese gran verano que aún teníamos por delante. Celebrábamos el fin de exámenes, el fin de la esclavitud en ese pequeño internado al que íbamos a estudiar.
Un nuevo verano, un nuevo comienzo, esta vez empezábamos la noche en un pequeño bueno, lo típico, primero el toro y luego, bailar hasta el amanecer. No recuerdo cuándo ni cómo pero la vi pasar. Me fijé en ella, siempre rodeada de sus amigas, tan sonriente y con esos ojos que me volvían loco. Poco a poco me acerqué, la saludé, bailé con ella y la invité a dar una vuelta. Era otra época, una época donde no se podía besar a una chica a la primera de cambio y "amor" era una palabra muy peligrosa. Hablamos durante horas, tan diferentes el uno del otro, ella de Valencia, yo de un pequeño pueblo de Albacete. Pero el destino había cruzado nuestros caminos. Amaneció y le prometí que la volvería a ver.
Al día siguiente la busqué y, cuando creía que ya no aparecería, la vi, tan bonita como la recordaba. "Esta vez no se me escapa" pensé, no quería volver a sentir la angustia de no encontrarla así que le pedí el teléfono, el de casa de sus padres por supuesto ya que, por aquel entonces, los móviles eran ciencia ficción. La llamaba cada viernes para ver adónde iría el fin de semana y allí que aparecía yo. 
Nuestro romance duró todo el verano, hasta que llegó un día en el que me dijo que se volvía a Valencia, se le acababan las vacaciones y tenía que volver a la rutina. Ese día me atreví a besarla, no exagero si os digo que fue el momento más feliz de mi vida, el primer beso con la que, después de muchos obstáculos, unos años después se convirtió en mi mujer, la mujer de mi vida."

sábado, 23 de agosto de 2014

El futuro del chico del verano

Puede que él se vaya con otra. Puede. Y lo acepto. Una más que añadir a su lista. Una más. Colecciona besos como quien colecciona cromos. Es como un niño. Le gusta más divertirse con sus amigos que a un niño un caramelo, a veces se pasa, el alcohol no es bueno, pero le ayuda a seguir adelante y a espantar malos recuerdos. La noche es suya, confía en sí mismo. Se encapricha de unas caderas, una sonrisa y unos ojos. Sonríe. Sabe que puede con quien se le ponga delante. Se acerca, te sonríe, te mira, te hace sentir especial, te consigue. Él tiene la sonrisa más bonita de la faz de la tierra y sabe como utilizarla. No sabe que es el amor pero habla de él. Habla por hablar. Promete cosas que no va a cumplir. Ilusiona para después desaparecer. No le llena lo que hace pero no sabe vivir de otra manera. Juega. Hasta que llegue el momento. Hasta que se encaprichen con él. Hasta qué llegue esa chica por la que movería mar y montañas. La historia acabaría en que ella va de flor en flor y él tiene que probar por lo que han pasado tantas chicas en sus brazos. Pero no será así. Es un chico con suerte. Una estrella lo protege. Encontrará a la chica que tanto desea, se enamorará y ella tendrá un corazón de oro. Aceptará su pasado y descubrirá que con ella finaliza la lista. Será la última y más especial. El beso que finaliza la colección. Vivirán felices, muy felices, pero comer perdices son solo cosa de princesas.

Beefeater limón

Y lloraba. Lloraba como no lo había hecho nunca. Lloraba por ella y lloraba por él. Lloraba por los recuerdos y lloraba de vergüenza. La autoestima por el suelo. Rota como si fuera un cristal que hubieran golpeado. Cada pedazo era un recuerdo. Estaba cansada de tener que recomponer una y otra vez eso que no servía para nada, que a la mínima volvía a partirse en mil pedazos. Con ayuda y con mucho cariño conseguía juntar todos los trozos y hacer como si nada hubiera pasado. Volvía a ser la chica segura de siempre, la que sonreía y sabía que ella podía con todo. Pero esta vez era diferente, su autoestima ya no se podía recuperar, valía la pena construirla de nuevo.
Vivía con la duda de si era suficientemente buena, suficientemente buena para su trabajo, suficientemente buena para sus amigas, suficientemente buena para sus amigos, suficientemente buena para él. Vaya preocupación, nunca era suficiente, lloraba de impotencia, por no poder mejorar. Y como siempre nadie se daba cuenta, disimulaba muy bien, las lágrimas para la almohada, la cabeza en las nubes y la mirada perdida: "-¿Qué te pasa? -Estoy cansada". La vieja excusa de siempre le seguía sirviendo. 
Salía de noche; jueves, viernes, sábado... No le importaba el día que fuera, se maquillaba y vestía como si fuera el último día de su vida. ¿En exceso? Posiblemente. Escondía detrás del maquillaje y la ropa cara sus penas. "Una pija más" pensabas cuando la veías. Beefeater limón con un hielo y muy cargado para ahogar las penas y conseguir una sonrisa fácil. Se divertía, cantaba, bailaba y disfrutaba de su juventud hasta que ponían Extremoduro. Extremo le arrancaba tantas lágrimas como sonrisas, tantos recuerdos que se acumulaban en sus ojos y se deslizaban en forma de una pequeña lágrima que rápidamente secaba para seguir disfrutando de la noche. O de la mañana, que más da.

martes, 11 de marzo de 2014

Un año

Hoy os voy a contar una historia con final feliz, la historia de mi clase.
No es una clase perfecta, ni mucho menos, somos más como un "¡Sois el peor grupo de todo el curso!" continuo. Tampoco somos una gran piña, donde todos son amigos y personas geniales. Somos más bien reales, como la vida misma; hay peleas, malos rollos, mentiras, verdades... Pero por encima de todo somos como una gran familia, una familia gitana. No nos llevamos bien, es más hay dos grupos bien diferenciados pero a la hora de la verdad, sacamos los dientes y nos defendemos. Por esto somos especiales; la falsedad se deja a un lado, si lo atacas a él nos atacas a todos, nos peleamos pero nos queremos.
Mi clase es un lugar raro, con gente rara e ideas raras por esto es tan divertido. Hay gente de muchos sitios diferentes, no todos vivimos en la misma ciudad, por esto cada uno tiene una manera de hablar diferente y nuevas travesuras que contar. No somos especialmente malos, pero tampoco somos calladitos y perfectos, siempre hay alguien que suelta alguna gracia o que se dedica a hacer el tonto, es imposible aburrirte.
La historia de mi clase empezó en septiembre (¡Como no!), nuevos compañeros, totalmente diferente a otros años, primeras impresiones, este será un año difícil, nos jugamos mucho y los compañeros no cuadran, nunca han ido juntos entre ellos, parece un experimento de un doctor chiflado. Chicos nuevos, "Hola ¿como estás? Bienvenido." Bromas de inicio de curso para relajar el ambiente, ya nos conocemos pero no somos un grupo, casi se pegan necesitamos unirnos. Empecemos a hacer trastadas, un tampón que vuela, Llutxent es mejor que Atzeneta, en Elche son todo gitanos, yo no hago problemas que mi madre me ha dicho que los evite.
Segunda evaluación, se acabaron las peleas diarias, mesas y sillas nuevas, pesan poco, juguemos a lazarlas, adiós sustituta hola profesor nuevo, no nos conoces pero nos portamos bien. Se acabaron los dos grupos diferenciados, buen rollo no hay pero todos amigos y más contentos. Semana de exámenes, mucha tensión, gente nueva en el grupo de clase, alguien se va de la lengua y viene una gran pelea, ¿arreglado? puede ser. Las notas, malos rollos, unos lloros, venga que de esta salimos todos unidos. Viaje del colegio, liberar tensiones, recta final, a apretar al máximo.
Básicamente esta es mi clase, son geniales, como en todos lados hay mejores y peores, también hay falsos y gente que no sabe guardar secretos, pijas y mentirosos, pero aquí seguimos, todos juntos, unos por otros. La mezcla es rara pero funciona bien. Estábamos perdidos, lo más importante es la amistad entre compañeros y no la teníamos, nos hemos encontrado. Disfruta que al año que viene nos echarás de menos. 

viernes, 21 de febrero de 2014

Un tsunami de felicidad

Vuelves a sonreír, una vez más. No te das cuenta de que eres irresistible, y te encanta jugar a poder un poquito más. Me haces reír a carcajada limpia, me haces sentir como si fuera especial, como si no fuera una más de tu interminable lista a la que de aquí unas semanas olvidarás.
Llegaste como siempre, sutil, despacio, poco a poco me ibas enamorando. Ahora te hago un cumplido, una frase bonita al final de un libro, un 'te quiero' en un avión de papel... Todas esas cosas que me vuelven loca, y que por mucho que me hiciera la dura, ya habías roto la barrera. Eras como un enorme tsunami, no quedaban ni los cimientos de esa gran muralla contra problemas innecesarios, contra las artimañas del amor.
Que me había enamorado del chico sentado tres mesas más atrás. Ese que todos los días aparecía con una sonrisa, me decía alguna cosa bonita y hacía soportables hasta las clases de matemáticas.
Igual si hablo de amor, me paso, pero lo que sí que tengo claro es que me había echo sentir como hacía tiempo que no me sentía; no como una princesa, eso quedaría muy cursi, más bien como una tonta que es feliz sin saber el porqué. Sonreía con cada mensaje suyo, con cada foto que me dedicaba y cada vez que mis amigas me llamaban loca. Un poco loca sí que estaba, loca por él; por que apareciera una vez más y me dijera algo, por que me sonriera, por que se fijara en mi. El día que no estaba le echaba de menos y hasta el más inútil se dio cuenta de lo que significaba él para mi, éramos la pareja no oficial, pero yo era feliz.
Ahora ha pasado un tiempo, te parecerá poco, sólo unas semanas, pero para mi han sido suficientes. Suficientes para comprender que esto es efímero. Pero sigo sonriendo por cada mensaje y me sigue haciendo feliz. ¿Qué importará si me hace feliz? Voy a disfrutar mientras pueda, ya tendré tiempo para lamentarme, ahora sólo toca disfrutar.